Se recomienda para este desafío concentrar toda la energía en la misión de cada uno como ser humano, el trabajo será el instrumento para lograr nuestra misión. Siendo que el desafío es grande y demandará mucha de nuestra energía física, mental y espiritual, debemos fortalecer nuestro cuerpo físico, armonizar nuestra alma y revisar el equipaje, para dejar atrás todas las cargas innecesarias:
La inseguridad - falta de confianza en sí mismo.
El descontento -ansiedad por algo.
El cansancio - la pereza.
Las preocupaciones - mente dividida entre el ya y el despuès.
La deseperanza - ausencia de fe.
La culpa - falta de autoestima y misericordia.
La arrogancia - ausencia de humildad.
La tristeza - depresión.
El temor - los pánicos y obsesiones.
La soledad - ausencia de espíritu.
La vergüenza - falta de credibilidad en sí mismo y su causa.
La desilusión - la falsa expectativa.
La envidia - celos y debilidad.
La duda - ignorancia y soberbia.
La nostalgia - materialismo y apego.
Ahora si estamos más ágiles y ligeros...
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